- 1.Roma no se construyó en un día o cómo la reputación empresarial se crea día a día
- 2.Rectificar es de sabios
- 3.La mentira tiene las patas cortas
- 4.Ser todo oídos
- 5.Mejora de la reputación corporativa gracias a la solidaridad
Mejorar tu reputación corporativa a través de tus acciones de Responsabilidad Social Corporativa es una garantía.
Ya te hemos hablado de cómo de beneficioso es convertirte en una empresa solidaria para la imagen de tu empresa. Cómo te ven tus potenciales clientes e incluso tu competencia mejora si participas en proyectos sociales y contribuyes de alguna forma al desarrollo de la sociedad apostando por la igualdad y por el respeto al medio ambiente.
Pero, ¿qué otras acciones puedes acometer para que mejore tu reputación corporativa?
Roma no se construyó en un día o cómo la reputación empresarial se crea día a día
Lo primero que hay que tener en cuenta es que, como dice el refrán, «Roma no se construyó en un día». Pues la reputación de una empresa, tampoco. Se trata de un proceso que va tomando forma con el paso del tiempo. Se sostiene en una actividad continuada de la empresa. Es necesario que sus clientes vean que las actuaciones enfocadas a mejorar su imagen son una constante, no un hecho aislado.
Rectificar es de sabios
Uno de los aspectos que más se valora entre los consumidores y que repercute en la reputación corporativa es que la empresa sepa reconocer sus errores.
Si ha metido la pata en una campaña publicitaria, si entre sus productos hay uno defectuoso o cualquier otro problema que pueda surgir en el devenir empresarial, lo importante es reconocerlo, aceptarlo y pedir perdón por ello. Y si esto es importante, más aún lo es ser transparente en este sentido.
La mentira tiene las patas cortas
Ligado con el aspecto anterior está, por supuesto, no mentir. Nuestra empresa ha de ser sincera con nuestros clientes. No podemos «vender» aspectos que nuestros productos no cumplen, ni dar explicaciones basadas en una mentira por temor a que nuestros clientes conozcan la verdad. Porque si descubren que hemos mentido, se sentirán traicionados y nunca más volverán a confiar en nuestra marca.
Ser todo oídos
En ocasiones, las empresas sólo emiten información, hablan ellas y no escuchan a sus clientes o usuarios. Para tener una buena reputación corporativa es básico saber escuchar a tu audiencia. Qué necesita, qué quiere, qué opina de nuestros productos, de nuestra campaña o de nuestra marca, etc. Sólo así podremos mejorar los aspectos que menos gusten o aquellos que no casen con los objetivos que queremos alcanzar.
En los últimos años, las redes sociales han favorecido este tipo de comunicación con las empresas. Así que, aunque pueda parecer que sólo las multinacionales pueden permitirse el establecer una comunicación con sus clientes, todas las corporaciones, sean del tamaño que sean, pueden abrir puertas al diálogo con su público.
Mejora de la reputación corporativa gracias a la solidaridad
Volvemos a la solidaridad y a las acciones de Responsabilidad Social Corporativa porque es esencial para una empresa interiorizar estas acciones de manera que repercutan en su imagen.
Este tipo de acciones hablan por sí solas, sin necesidad de invertir en marketing o campañas para darlas a conocer. De hecho, ser discretos en este aspecto es uno de los más valorados y, por lo tanto, que repercuten directamente en la reputación corporativa.
Echa un ojo a algunos de los beneficios de apostar por la RSC en tu empresa y descubre, por ejemplo, qué puede hacer Donadoo por ello.
¿Conocías estas formas de mejorar tu reputación corporativa? Y tú, ¿qué acciones emprendes para conseguirlo?